El arqueólogo Mariano Ramos expresó su satisfacción por la restitución a la Organización Territorial Huarpe Pinkanta de restos esqueletarios humanos que permanecían en el Museo Udaondo desde 1944, como parte de la Colección Gnecco.

Entrevistado en Planeta Terri, el científico explicó que esta reciente reparación hacia las comunidades originarias llevó más de 25 años y celebró que estos restos “regresen a su territorio, del que no debieron haber salido”.

“Las comunidades originarias piensan que los arqueólogos fuimos saqueadores de tumbas y en parte lo fuimos, la restitución es volver a la esencia de ciertas cosas que van más allá de la materialidad”, explicó Ramos.